domingo, 19 de mayo de 2013

La Legión polaca y su relación con las autoridades austriacas, crónica del corresponsal Juan Pujol


“¿ Quieren ustedes ver las tumbas de los Reyes polacos? – nos pregunta el sacristán de la iglesia.
Bajamos a las criptas encaladas donde yacen los pobres huesos de estos monarcas que fueron,  de un reino que no existe ya. Sobre la de Sobieski hay una corona de flores aún .

-         ¿ Quién las ha puesto?-preguntamos
-         Los nacionalistas polacos. Cracovia es el centro del movimiento nacionalista polonés [ expresión del autor, se refiera a “polaco”]. Aquí están todas las sociedades propagadoras del movimiento en Rusia y Alemania.

-         ¿ El gobierno austríaco las permite?

-         Si. Es el que tiene más tolerancia. Vea usted, hasta los nombres de las calles están escritos en polaco, y no en alemán. En pago de esta tolerancia, los polacos combaten por Austria contra Rusia.

-         Los polacos austríacos, es claro -digo yo

-         No, no. Los polacos rusos, los que forman la legión polonesa, en la que figuran innumerables poetas jóvenes, publicistas, novelistas de la generación nueva, bajo el dominio de Rusia. Los polacos de Austria forman en las filas del Ejército regular austríaco, naturalmente. Mientras que la legión polonesa, que pelea bajo las banderas austríacas, esta constituida por polacos de nacionalidad rusa.”

"EN  GALITZIA Y EL ISONZO" de JUAN PUJOL
[ Segunda Edición : 2003, Murcia]

LA RUPTURA EN GORLICE-TARNOW: CRÓNICA DEL CORRESPONSAL JUAN PUJOL


“ Y, al fin, en el horizonte, se nos muestra el pueblo, o mejor dicho , las ruinas del pueblo de Gorlice. La torre de la iglesia no conserva sino dos de sus cuatro muros, y estos dentellados, humeantes. Y el resto del caserío se nos  aparece como un montón informe de escombros negros, de los que brota una lenta y persistente humareda. (…)

 Torcemos a la derecha , hacia una gran plaza o terreno descampado , cercado de una empalizada. Y por primera vez se nos ofrece el espectáculo de la guerra viva, dolorosa, desgarradora: están llegando los regimientos de rusos prisioneros. Son 8 o 10.000 soldados vestidos de color ocre, desarmados, fatigados por una larga caminata. Las botas les llegan hasta las rodillas, fuertes y en buen estado; las mochilas y las gorras, de astracán ceniciento o en forma de plato , flamantes también (…) Con gestos, con palabras alemanas, que algunos conocen, me piden cigarrillos.
-         ¿ Puedo repartirles algunos cigarrillos? –pregunto a los oficiales austriacos.
-         ¿ Por qué no?- me replican sonriendo.

Los examino con avidez, les busco los números de los regimientos a que pertenecen. Ellos se dejan observar amigablemente, sonriendo también, adivinando que no soy un enemigo. La mayor parte pertenecen  a los regimientos de Infantería números 82, 83 y 155. Los hay amarillentos, con el bigote que les cae junto a las comisuras de los labios, delatando su origen tártaro. Los hay con los pómulos muy salientes, los ojos oblicuos, el pelo de color estopa, y tienen una manera, por humilde, conmovedora de alargar la mano para obtener el cigarrillo (…) 

-No hemos sido vencidos en combate- nos explica, mitad por gestos y ademanes, mitad en alemán, uno de ellos-, no hemos sido vencidos en batalla, sino envueltos, cercados, separados del resto de nuestro Ejército. No podíamos ofrecer resistencia, hemos tenido que rendirnos.”

" EN GALITZIA Y EL ISONZO"  de JUAN PUJOL, publicado originalmente en el periódico ABC en forma de crónicas

[Segunda edición: 2003, Murcia]