sábado, 25 de octubre de 2014

LA OFENSIVA DEL LAGO NAROCH, según el relato de Von Falkenhayn




Al principio no teníamos prácticamente explicación para la total ausencia de ofensivas de diversión por parte del enemigo en el frente Occidental durante las primeras semanas de las operaciones en el Mosa.(...) Incluso más sorprendente que la continua ausencia de tentativas de una ofensiva de distracción en el Oeste fue la apertura de una ofensiva de diversión  a bastante gran escala en la porción septentrional del frente Oriental en la segunda mitad de marzo. 


Desde que las batallas de Dvinsk  terminaran en noviembre de 1915, todo había permanecido tranquilo en ese área. El 18 de marzo, no obstante, los rusos atacaron en el sector del lago Dryswjaty-Postawy y a ambos lados del lago Naroch, con fuerza muy poderosa y con un inmenso gasto de munición. Durante los siguientes días sus esfuerzos se extendieron a varios puntos de prácticamente todo el frente hasta el sur de Riga. Fueron mantenidos con extraordinaria tenacidad hasta principios de abril. Podrían, a pesar de ello, ser descritos como sacrificios sangrientos más que como ataques. Indefensos en sus formaciones masivas, sus columnas de asalto de hombres mal entrenados, conducidos por oficiales con idénticas deficiencias, sufrieron pérdidas escalofriantes. Cualquier progreso les fue negado, salvo por la ruptura casual al sur del lago Naroch, y el terreno perdido fue recuperado por nosotros sin dificultad en un contrataque. Como medio de refuerzo, el grupo de ejércitos atacado necesitó solamente una mera división, que estaba acampada al sur del Niemen, en Baranovici. Ni siquiera fue solicitada esta división por el grupo de ejércitos, sino que fue ofrecida por el  AEM.


No había duda de que estos asaltos de los rusos eran simplemente emprendidos bajo presión de sus aliados occidentales, y para auxiliar a estos. Ningún líder responsable, salvo bajo imperativos externos, habría permitido a tropas tan inferiores  atacar posiciones bien construidas como las sostenidas por los alemanes. Incluso si el enemigo hubiera logrado victorias iniciales, no podrían haber sido convertidas en algo prometedor, debido al estado de los caminos en esa época del año. La impresión general, del curso que tomó la batalla, confirmó la opinión del Alto Estado Mayor en el otoño de 1915, de que los poderes ofensivos de Rusia estaban paralizados. Esta opinión no fue alterada por el hecho de que individualmente, los rusos combatían con su habitual desdén a la muerte. Eso por si solo no puede proporcionar la victoria contra armamentos modernos en las manos de tropas fiables. Tras estas experiencias  debe haber sido evidente que algo bastante improbable debería suceder  si alguna fe podía ser depositada en la capacidad del enemigo de ganar auténticas victorias en el frente Oriental. Más aún,  esta opinión estaba justificada  por el hecho de que los rusos tenían más de 2/3 de su poderío de combate ( más de un millón y medio de soldados ) opuestos a los 600.000 hombres del frente alemán al norte del Pripiet, y no había indicaciones de ninguna clase que sugirieran que una transferencia al frente de nuestros socios en el sur estaba en marcha. 

FUENTE: " El Alto Mando Alemán y sus decisiones 1914-1916" de Erich von Falkenhayn

domingo, 19 de octubre de 2014

LA DECISIÓN DE RETRASAR EL ATAQUE EN LA MARGEN OCCIDENTAL DE VERDUN



El afilado, acusado ángulo formado por el frente noreste del enemigo del blindado fuerte de Douaumont ofrecía posibilidades de cerco externo como raramente pueden ser encontrados en una posición de guerra. Había también la esperanza de poder mantener la importante ventaja de producir efectos envolventes a medida que la operación progresase.



El peligro que nosotros encontraríamos en la margen este del Mosa, estando bajo un molesto fuego de artillería, de largo alcance y de flanqueo desde la margen occidental fue asumido.



El peligro podía ser minimizado solamente empujando hacia delante las posiciones exteriores, y por ello, mediante un ataque sobre ese lado. Para esto no teníamos disponible sino una fuerza relativamente pequeña, como los cálculos enunciados más arriba mostraron, Era muy dudoso que esta fuerza, si aguardaba al principio del asalto en la margen oriental, o si hacía su ataque incluso antes, encontrara el éxito. Para ello habría tenido que tomar frontalmente por las bravas una fuerte y bien construida posición, ocupada por un enemigo superior en potencia, y aún más, a lanzar la incursión sobre un frente muy estrecho. Para colmo el estado de la tierra no era nada favorable para operaciones en la margen occidental. Si el ataque fallaba aquí, había peligro de que la exposición de nuestro flanco en la margen oriental presumiblemente sería permanente, puesto que no teníamos tropas para repetir la tentativa.


Las condiciones para el ataque occidental podría ser materialmente mejoradas si venía después del ataque al este del río. Nosotros podíamos ciertamente contar con un gran triunfo inicial para nuestra potente acción en la oriental. Sus efectos debían hacerse sentir en la otra margen, al obligar a los franceses, a fin de contenernos, a usar las tropas de la margen oeste más cercanas a la línea. Consecuentemente, un cierto debilitamiento se podía esperar allí. Más importante todavía, aparecía la posibilidad, incluso si nuestro ataque sobre la margen oriental resultaría en un avance de unos pocos kilómetros, de flanquear la más adelantadas líneas francesas al oeste del Mosa. Esto estaba calculado para hacer el ataque al oeste del río mucho más fácil. El Jefe del Estado Mayor decidió por esta razón que el ataque occidental empezaría más tarde que el ataque principal. Ese arreglo tenía la virtud futura de que las tropas previamente dispuestas para ampliar en la operación del oeste del río no estaría ya atadas al terreno, y estarían por tanto disponibles para el caso de una hostil ofensiva de distracción en otra parte del frente. Todas las experiencias previas mostraba que semejantes ofensivas de diversión debían siempre ser tenidas en cuenta.

FUENTE: "EL ALTO MANDO ALEMÁN Y SUS DECISIONES 1914-16" de Erich von Falkenhayn

miércoles, 1 de octubre de 2014

COMUNICADO DEL GENERALÍSIMO JOFFRE EN VÍSPERAS DE LAS OFENSIVAS DE ARTOIS Y CHAMPAÑA, SEPTIEMBRE DE 1915



“ Cuartel General, ejército Occidental, 14 de septiembre de 1915.

A los oficiales generales al mando:

El espíritu de las tropas y su autosacrificio son la más importante condición del ataque. El soldado francés lucha con toda la bravura, mejor que nadie entiende la importancia de la operación ofensiva, y confía al máximo en las medidas tomadas por sus líderes. Es igualmente esencial que los oficiales de todos los rangos de sus quehaceres diarios expliquen a sus subordinados las favorables condiciones bajo las cuales el próximo ataque emprendido por las fuerzas francesas tendrá lugar. Los siguientes puntos deben ser conocidos por todos los rangos:


1º Es necesario para nosotros tomar la ofensiva en el teatro francés, a fin de empujar a los alemanes fuera de Francia. Liberaremos a nuestros compatriotas civiles de sus 12 meses de esclavitud, y recuperaremos del enemigo las valiosas posesiones de nuestros distritos ocupados. Además, una esplendida victoria sobre los alemanes inducirá a los países neutrales a alcanzar una decisión en nuestro favor, y obligará al enemigo a disminuir sus ataques sobre los rusos para enfrentar nuestra ofensiva.


2º Todos los pasos posibles han sido asegurados para que este ataque pueda ser emprendido con sustanciosas fuerzas y tremendos recursos materiales. La incesante mejoría en los aprestos defensivos de nuestras líneas internas, la más considerable utilización de tropas territoriales en el frente, y el creciente número de tropas británicas desembarcadas en Francia, han hecho posible al comandante en jefe retirar del frente  gran número de divisiones, cuya potencia es igual a la de varios ejércitos , y dejándolas en óptima disposición para el ataque. Estas fuerzas , como también aquellas que han permanecido en la línea, están completamente equipadas con armamento nuevo. El número de ametralladoras ha sido más que duplicado PAG 193 Hay considerables suministros de munición para la artillería de campaña, y todos los cañones desgastados han sido reemplazados. El transporte mecánico ha sido incrementado, tanto para abastecimiento como para movimiento de tropas. Esfuerzos especiales han sido dedicados a los cañones pesados, el más importante armamento de asalto. Un gran número de baterías de gran calibre han sido conjuntadas y preparadas con la vista puesta en las próximas operaciones ofensivas. La munición prevista para cada cañón es más elevada que el mayor consumo conocido hasta ahora.


3º El momento presente es particularmente favorable para un ataque generalizado. Por un lado, los ejércitos de Kitchener han completado su desembarco en Francia, y por el otro, los alemanes han retirado tropas de nuestro frente en el último mes para usarlas contra los rusos. Detrás de sus delgadas líneas de trincheras los alemanes no tienen sino escasas reservas. 


4º El ataque es general. Consistirá en varios potentes, simultáneos  asaltos, en muy amplios frentes. Los ingleses tomarán parte con grandes fuerzas, y las tropas belgas también se incorporarán. Tan pronto como el enemigo esté perturbado, las tropas  hasta entonces en sectores inactivos del frente también atacarán para completar la confusión, y forzarlo a huir. Todas las tropas atacantes no tomaran meramente las primeras trincheras enemigas, sino que forzaran  su camino a través de ellas, sin descansar ni de día ni de noche, cruzando la segunda y tercera líneas hasta el campo abierto. La sincronización de los ataques, su peso y longitud, impedirá al enemigo reunir sus reservas de infantería y artillería en un punto, como pudo hacerlo al norte de Arrás. Estas circunstancias aseguran el triunfo.
 
La comunicación de esta orden a las tropas no fallará en levantar sus espíritus al nivel necesario. Es absolutamente esencial que sea comunicada claramente y de una manera convincente. “

FUENTE: extraido de "EL ALTO MANDO ALEMÁN Y SUS DECISIONES 1914-1918" ERICH VON FALKENHAYN 1920