jueves, 6 de febrero de 2014

LA PROBLEMÁTICA DE LAS COMUNICACIONES DE TURQUÍA CON SUS FRENTES Y SUS ASOCIADOS




Sobre la crítica a las actuaciones de Turquía en la guerra,  no se debería perder de vista que entró en la guerra mundial profundamente exhausta por seis años de ininterrumpido conflicto y era por tanto dependiente del apoyo de Alemania en todos los asuntos técnicos y cuestiones de equipamiento.  Realmente esta ayuda no pudo  prestarse hasta que el corredor balcánico fue abierto a través de Servia y Bulgaria en el invierno de 1915-16, e incluso entonces solo pudo llevarse a efecto muy gradualmente. Las dificultades de comunicación con Constantinopla no fuero superadas del todo hasta el final de la guerra. Las propias necesidades de Alemania y la necesidad de ayudar a Austria-Hungría en este área lo impidieron.

Tampoco menores fueron las dificultades de la conexión con Asia Menor. En tiempo de paz, el tráfico entre Constantinopla y la costa de Asia Menor así como con las costas sirias y armenias había sido en su mayor parte por vía marítima. Esta quedaba ahora cerrada. El recurso que restaba eran las rutas terrestres. No había conexión ferroviaria, en cualquier caso. En la promoción de la construcción del ferrocarril de Bagdad las consideraciones económicas y financieras habían desempeñado un papel principal, y las consideraciones militares habían sido negligentes. La línea anatólica, que cruzaba por las mesetas de Asia Menor hacia el sureste terminaba junto a las laderas occidentales de la  enorme cadena del Tauro. Desde allí hasta el frente en Armenia el tráfico había de pasar por 450 a 500 millas de caminos campestres a través de salvajes y quebrados distritos montañosos. La comunicación con los frentes en el sureste estaba algo facilitada por el hecho de que diferentes secciones del ferrocarril podrían  ser usadas para este fin. El ferrocarril estaba operativo en la llanura de Adana desde las estribaciones orientales del Tauro hasta las laderas  occidentales del Amanus.  Otro puenteaba la distancia desde Alepo a Jerusalén. Un tercero estaba siendo construido desde el pie oriental del Amanus a Alepo y en una dirección noreste desde allí al Eufrates, donde el río podía ser usado hasta Bagdad durante el breve periodo de la crecida. Todas estas secciones ferroviarias, en cualquier caso, sufrían más problemas por su escasez de material rodante, material de mantenimiento, combustibles y tanto trabajadores como especialistas. Los esfuerzos de los ingenieros alemanes y las tropas ferroviarias alemanas por conseguir corregir estas condiciones probablemente constituyen la mayor obra jamás ejecutada en esa provincia. La construcción de la línea sobre la cadena montañosa del Tauro  y a través de la cadena del Amanus, la construcción de un viaducto al noroeste de Alepo y el puente sobre el Éufrates son logros tecnológicos del mayor nivel. Dadas las circunstancias, de cualquier modo, incluso la sacrificada devoción de estos hombres no podía más que producir una limitada mejoría.

FUENTE:  " El Alto Mando alemán y sus decisiones 1914-1916" Erich Von Falkenhayn.  Nueva York 1920 ( Traducción personal )