El Comandante en Jefe [ del Este, Hindenburg ] informó el 6 de octubre:
“Los
ejércitos rusos 10º, 2º y 1º están atacando con todas sus fuerzas al X ejército
y al ala derecha del ejército del Niemen, con la intención de irrumpir a través
de la carretera Dvinsk-Vilna o al menos mediante su acción pretenden hacer imposible
la transferencia de fuerzas a Occidente . Espero tener éxito en prevenir
la irrupción enemiga. Es imposible, en cualquier caso, transferir tropas de
momento. Solamente se podrá hacer cuando el ataque haya sido repelido y el frente
acortado por la toma de Smorgon y la cabeza de puente de Dvinsk. Para este
propósito solicito el envío de algunas baterías pesadas urgentemente. Este
acortamiento del frente es tanto más necesario desde el momento que estoy obligado a retirar reservas por propia
iniciativa desde el centro, en orden a fortalecer el ala izquierda de las
tropas bajo mi mando, hasta el punto de que cualquier mella de mi frente en la
región de Mitau tendría profundas consecuencias”
El Jefe del
Estado Mayor [ Falkenhayn ] replicó:
“Sería una indudable
ventaja si la presente posición del Grupo de Ejércitos pudiera ser sostenida
permanentemente y, en suma, presionar decididamente en la dirección de Dvinsk.
Pero si pide la retención de fuerzas para esta finalidad, cuando su falta en el frente
Occidental podría poner en peligro las
posiciones germanas allí, la solicitud
debe ser rechazada incondicionalmente. En comparación con este peligro, que su
Excelencia conoce desde tiempo atrás, no es asunto menor si el acortamiento del
frente que desea tiene que ser efectuado mediante una retirada a consecuencia
de la transferencia de la 58º y 115º divisiones. Por ejemplo, si nuestra
posición se estira desde la región de Smorgon a través de Dvinsk a Bausk, o ir
en una línea más o menos recta desde Smorgon a Bausk, no es de importancia
general en el curso de la guerra. La pérdida de nuestras posiciones en
Occidente puede significar una desfavorable conclusión de la guerra. Debido a
la tensión que prevalece constantemente en Occidente, y a la superioridad
numérica del enemigo en personal y material que existe por
igual en todos los otros frentes, no son situaciones comparables, a causa del valor
militar de los enemigos occidentales, y por ello cada división cuenta en el frente Occidental.
La demanda para que su Excelencia transfiera ante todo estas dos divisiones al
Oeste tan pronto como sea posible que suban a los trenes desde Vilna
debe por tanto cumplirse”
Mientras
tanto, el Comandante en Jefe rehusó someterse a esta decisión, el 7 de
octubre él redactó las siguientes líneas:
“ No puedo estar de acuerdo con
las referencias a la situación de mi Grupo de Ejércitos. Las posiciones que están
siendo consolidadas, como el acortamiento entre Dvinsk y Smorgon, con diferencia son las más favorables que se
pueden escoger. Pueden ser mantenidas con un mínimo de tropas. Cualquier
posición más retrasada que no este cubierta por el Dvina consumiría más tropas
que sostener la posición actual,
ciertamente no sin sufrir pérdidas.
Siempre he
tomado la situación general en consideración, cediendo tantas tropas como he podido, como por ejemplo las diez divisiones del frente austrohúngaro. También he
enviado sin retraso cualquier división que estuviera disponible y también
despachado una fracción del 11º cuerpo prematuramente, una acción que fue tachada de error en su momento. El
hecho de que ampliar la cesión de
divisiones este encontrando ahora dificultades se debe al plan de campaña favorecido durante el verano,
que no estaba diseñado para asestar un golpe mortal a los rusos, a pesar de las circunstancias favorables y mis
urgentes súplicas. No soy ciego a las
dificultades de la situación militar general que han sucedido, y si los ataque
rusos son repelidos de modo realmente decisivo, yo cederé las divisiones tan pronto
como parezca posible hacerlo, incluso antes de acortar el frente en Smorgon y
Dvinsk. Pero yo no puedo comprometerme a un calendario fijo. Una cesión
prematura provocaría una crisis, semejante a la que ahora tristemente esta
siendo experimentada en el frente Occidental, y en las circunstancias
presentes, significaría una catástrofe para el Grupo de Ejércitos, ya que
cualquier movimiento de retirada de mis tropas, que son débiles en comparación
con las del enemigo, produciría un perjuicio muy elevado a las formaciones,
especialmente por las condiciones del terreno. Requiero que mis puntos de vista
sean presentados a Su Majestad”
FUENTE: "EL ALTO MANDO MANDO ALEMÁN Y SUS DECISIONES MILITARES", ERICH VON FALKENHAYN, 1920