“Pueblo de
Rusia, nuestra gran nación se muere. Su final se acerca. Obligado a hablar con
claridad, yo, el general Kornilov, declaro que el Gobierno Provisional, bajo la
presión de la mayoría bolchevique en los soviets, esta actuando en consonancia
con los planes del Alto Estado Mayor alemán y (…) está matando al ejército y
conmocionando a la nación.
La terrible
convicción de la ruina inevitable de la nación me impulsa en estos espantosos
momentos a hacer un llamamiento a todos los rusos para que salven a su
agonizante tierra. Todos aquellos en cuyo pecho late un corazón ruso, todos
aquellos que crean en Dios, en la Iglesia, que le pidan el mayor de los
milagros: la salvación de nuestra tierra natal.
Yo, el
general Kornilov, hijo de un campesino cosaco, declaro ante todos que no deseo
para mí otra cosa que la salvación de nuestra Gran Rusia, y hago el voto de
conducir al pueblo, a través de la victoria sobre nuestros enemigos, a la
Asamblea Constituyente, de tal manera que pueda determinar su destino futuro y
la forma de su futura vida política.
No puedo
traicionar a Rusia entregándola a las manos de su antiguo enemigo, los
alemanes, que esclavizarían al pueblo ruso. Prefiero morir honrosamente en el
campo de batalla para no ver la vergüenza y la degradación de nuestra tierra
rusa.
Pueblo de
Rusia, la vida de vuestra tierra natal está en vuestras manos.”
Fuente: recogido en "La ocasión perdida", del original en Novoe
Vremia, 11 de septiembre de 1917
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