jueves, 11 de enero de 2018

Extracto de “ATISBOS EUROPEOS” de HP Lovecraft, basado en un texto de Sonia H. Greene (1932)

Una excursión que asociaba historia remota  historia inmediata incluía muchos campos de batalla de la Gran Guerra. Pasé por La Claye, Trilbardou y Meaux, atravesé el Marne por Trilport y me encontré pronto en la región, todavía devastada y llena de cicatrices, que padeció la primera batalla del Marne. En la Ferté-sous-Jouarre, un imponente monumento recuerda a los cuatro mil soldados británicos que cayeron valientemente al principio del conflicto. Más lejos encontré el terreno de operaciones estadounidense de 1918 –en Vaux, donde todavía se pueden ver los efectos del bombardeo.

El bosque Bellau fue el escenario de combates particularmente violentos librados por las divisiones 2º, 3º y 26º, y señaló el comienzo de la retirada definitiva de los alemanes. Se encuentra allí un cementerio militar estadounidense y otros temas de interés. Otro punto importante es Chateau-Thierry, ciudad natal del fabulista La Fontaine y centro de una difícil y notable victoria de los marines estadounidenses en 1918. Un monumento conmemora su hazaña. En Dormans hay un monumento aliado, y en Bligny un cementerio militar italiano. La “cota 308” sufrió una serie de explosiones de minas porque se encontraba en la famosa línea Hindenburg. Reims, de la que hice una visita en profundidad se encuentra en la misma zona (…)

Al sur de Soissons, Rethondes, donde se firmó el armisticio de 1918, cuenta ahora con un monumento impresionante. Rodeando París, atravesé Senlis, parcialmente incendiada por los alemanes en su repliegue de 1914 (…)

En algunos lugares de los campos de batalla existen todavía trincheras y refugios que recuerdan de un modo terrible las inmensas fuerzas cósmicas de destrucción –aparentemente tan vanas pero tan inevitables- que se desencadenaron en el país, sirviendo en parte para manifestarse ante los seres humanos indefensos. Muchas de las trincheras están intactas y en alguna parte un museo hecho con troncos alberga reliquias del estilo de esquirlas herrumbrosas, cascos, granadas de mano y botas enmohecidas. Lo más interesante es una gran sala subterránea de acero y cemento de una solidez prodigiosa, construida por los oficiales alemanes como centro de ocio. Está recubierta de una enorme losa de piedra  sostenida por vigas macizas; bajo uno de sus lados se encuentra la entrada –una abertura pequeña que conduce a algunos pocos peldaños al vasto suelo de cemento, ahora en parte recubierto porque se quiere que quede enterrado. En esta lujosa cripta los oficiales “boches”  se metían cada vez que podían –teniendo a su disposición  salones espaciosos y confortables, bibliotecas, baños, piscinas, salas de billar y todas las comodidades posibles para la distensión y las distracciones de interior. Hay algo extraño en esa idea del relajamiento en el interior de la tierra, bajo una región de muerte y de devastación creada por los obuses. Las autoridades, temiendo que pudiera estar allí oculta pólvora o bombas sin explotar en aquel insólito refugio, tienen prohibido que los visitantes fumen, que enciendan cerillas o cualquier otra cosa del estilo.

FUENTE: ARELLANO, F. H.P. LOVECRAFT. LA VIDA PRIVADA  MADRID 2017


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