ANOCHE EN PARIS
ASESINATO DE M. JAURES
LA PRIMERA NOTICIA
PARIS.
Cerca de las diez de la noche, cuando mayor era la animación en los bulevares, comenzó a circular una noticia sensacional.
Monsieur Jaures había sido asesinado. Las gentes que en aquellos momentos comentaban las últimas y graves noticias del conflicto internacional, acogieron la nueva con gran emoción e instantaneamente relacionaron el crimen con la significación pacifista del jefe de los socialistas franceses.
Como estos días han circulado tantos canards eran muchas las personas que no concedían crédito al rumor.
Y comenzaron a afluir curiosos al lugar en que se decía que el suceso había ocurrido.
La notícia fue confirmada bien pronto.
Cuando con mayor excitación se hacían comentarios apareció un número extraordinario de un periódico con las primeras noticias concretas de lo ocurrido.
EN UN CAFÉ
Monsieur Jaures se encontraba esta noche en café Croissant situado en la calle del mismo nombre, esquina a la de Montmartre, hablando con el secretario del partido y con dos diputados.
Mientras los cuatro conversaban tranquilamente entraron en el café tres individuos. Uno de estos miró a Jaurés con gran fijeza como para cercionarse bien de que era él.
Con tanta insistencia miró el desconocido a Jaurés que uno de los acompañantes de este le dijo al leader socialista:
- ¡ Como te mira ese hombre!
Jaurés sin volver siquiera la cabeza, hizo un movimiento de hombros como indicando que le tenía muy sin cuidado que le mirasen. Y sin dar mayor importancia al inicdente, Jaurés y sus acompañantes continuaron hablando de otras cosas.
Los tres desconocidos se dirigieron hacia la puerta y salieron a la calle.
EL ATENTADO
Apenas habían transcurrido cinco minutos de la anterior escena cuando el individuo que tan fijamente había mirado a Jaurés apareció en la calle Montmartre, y después de asomarse por una ventana del café, apuntó con un revolver al jefe socialista y le disparó dos tiros en la cabeza.
Todo lo ocurrido a continuación fué rapidísimo.
LA CAPTURA DEL AGRESOR
El diputado Renaulden que era uno de los acompañantes de Jaurés, cogió un sifón que tenía delante y saltó por la ventana .
Se abalanzó sobre el criminal y le descargó con el sifón un golpe terrible en la cabeza.
Al mismo tiempo llegaban infinidad de personas , que al presenciar lo ocurrido , y presas de gran indignación , se arrojaron sobre el agresor, golpeándole furiosamente.
Por fortuna, acudieron también muy a tiempo los agentes de Policía, y evitaron que se realizara el linchamiento del autor del atentado.
M. JAURES
Monsieur Jaurés , al recibir los disparos se desplomó sin conocimiento sobre el diván.
Sus acompañantes y otras muchas personas que acudieron presurosas le incorporaron para cercionarse de si estaba herido o no.
Monsieur Jaures, sin conocimiento como ya he dicho, tenía el rostro y la barba bañados en sangre. Inmediatamente acudieron algunos médicos , quienes comprobaron que el jefe socialista había realizado dos balazos en la cabeza y que su estado era de extrema gravedad.
Tal era esta, que ni aun siquiera se intentó el traslado del herido
LA INDIGNACIÓN DEL PÚBLICO
La indignación que el atentado produjo en cuantas personas se enteraron de él en los primeros momentos fue enorme.
En pocos minutos formose delante del café una nuchedumbre inmensa, que quería entrar en el establecimiento para conocer detalles del crimen.
La policía tuvo que hacer inauditos esfuerzos para contener al público.
Al mismo tiempo que esto ocurría en la calle de Croissant, había también un gran tumulto en la Montmartre.
Allí seguía la gente pretendiendo linchar al agresor.
Este pudo por fin ser librado de las masas trasladandolo a la próxima Comisaría.
Es un tipo alto y de constitución robusta.
FUENTE: Periódico "La Correspondencia de España", 1 de agosto de 1914
ASESINATO DE M. JAURES
LA PRIMERA NOTICIA
PARIS.
Cerca de las diez de la noche, cuando mayor era la animación en los bulevares, comenzó a circular una noticia sensacional.
Monsieur Jaures había sido asesinado. Las gentes que en aquellos momentos comentaban las últimas y graves noticias del conflicto internacional, acogieron la nueva con gran emoción e instantaneamente relacionaron el crimen con la significación pacifista del jefe de los socialistas franceses.
Como estos días han circulado tantos canards eran muchas las personas que no concedían crédito al rumor.
Y comenzaron a afluir curiosos al lugar en que se decía que el suceso había ocurrido.
La notícia fue confirmada bien pronto.
Cuando con mayor excitación se hacían comentarios apareció un número extraordinario de un periódico con las primeras noticias concretas de lo ocurrido.
EN UN CAFÉ
Monsieur Jaures se encontraba esta noche en café Croissant situado en la calle del mismo nombre, esquina a la de Montmartre, hablando con el secretario del partido y con dos diputados.
Mientras los cuatro conversaban tranquilamente entraron en el café tres individuos. Uno de estos miró a Jaurés con gran fijeza como para cercionarse bien de que era él.
Con tanta insistencia miró el desconocido a Jaurés que uno de los acompañantes de este le dijo al leader socialista:
- ¡ Como te mira ese hombre!
Jaurés sin volver siquiera la cabeza, hizo un movimiento de hombros como indicando que le tenía muy sin cuidado que le mirasen. Y sin dar mayor importancia al inicdente, Jaurés y sus acompañantes continuaron hablando de otras cosas.
Los tres desconocidos se dirigieron hacia la puerta y salieron a la calle.
EL ATENTADO
Apenas habían transcurrido cinco minutos de la anterior escena cuando el individuo que tan fijamente había mirado a Jaurés apareció en la calle Montmartre, y después de asomarse por una ventana del café, apuntó con un revolver al jefe socialista y le disparó dos tiros en la cabeza.
Todo lo ocurrido a continuación fué rapidísimo.
LA CAPTURA DEL AGRESOR
El diputado Renaulden que era uno de los acompañantes de Jaurés, cogió un sifón que tenía delante y saltó por la ventana .
Se abalanzó sobre el criminal y le descargó con el sifón un golpe terrible en la cabeza.
Al mismo tiempo llegaban infinidad de personas , que al presenciar lo ocurrido , y presas de gran indignación , se arrojaron sobre el agresor, golpeándole furiosamente.
Por fortuna, acudieron también muy a tiempo los agentes de Policía, y evitaron que se realizara el linchamiento del autor del atentado.
M. JAURES
Monsieur Jaurés , al recibir los disparos se desplomó sin conocimiento sobre el diván.
Sus acompañantes y otras muchas personas que acudieron presurosas le incorporaron para cercionarse de si estaba herido o no.
Monsieur Jaures, sin conocimiento como ya he dicho, tenía el rostro y la barba bañados en sangre. Inmediatamente acudieron algunos médicos , quienes comprobaron que el jefe socialista había realizado dos balazos en la cabeza y que su estado era de extrema gravedad.
Tal era esta, que ni aun siquiera se intentó el traslado del herido
LA INDIGNACIÓN DEL PÚBLICO
La indignación que el atentado produjo en cuantas personas se enteraron de él en los primeros momentos fue enorme.
En pocos minutos formose delante del café una nuchedumbre inmensa, que quería entrar en el establecimiento para conocer detalles del crimen.
La policía tuvo que hacer inauditos esfuerzos para contener al público.
Al mismo tiempo que esto ocurría en la calle de Croissant, había también un gran tumulto en la Montmartre.
Allí seguía la gente pretendiendo linchar al agresor.
Este pudo por fin ser librado de las masas trasladandolo a la próxima Comisaría.
Es un tipo alto y de constitución robusta.
FUENTE: Periódico "La Correspondencia de España", 1 de agosto de 1914
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