La producción de municiones.
Birmingham y la guerra
Las guerras
modernas tienen por teatro, no solo el campo de combate, sino los campos y
talleres de los pueblos en lucha. Una visita al frente no es completa sin una
ojeada lanzada a las fábricas donde se fabrican municiones. El remate de
nuestra visita tenía que ser un viaje a Birmingham o a cualquiera de los
centros de municionamiento (…) La industria de las municiones ha dejado de ser
puramente privada para pasar bajo la administración de Gobierno, que ha
adquirido ya control sobre los beneficios, la dirección y la producción de más
de 4.000 fábricas.
Birmingham
es la ciudad de los Chamberlain, gran
familia industrial y política. Es la ciudad más imperialista del Imperio. De
sus 850.000 habitantes, 120.000 se habían alistado voluntarios cuando se
estableció el servicio obligatorio. Es
más del 14 por 100. Jamás un país moderno ha dado tanta proporción de soldado
al servicio obligatorio como en Birmingham el sistema voluntario. (…)
Aeroplanos, granadas y cartuchos.
Después del almuerzo
visitamos en los alrededores de la ciudad una antigua fábrica de automóviles de
lujo. Aún queda uno de muestra en uno de los patios de la fábrica. Pero desde
hace dos años no se construyen en la factoría más que grandes granadas y aeroplanos.
Cada mes añade esta fábrica un edificio nuevo a los anteriores. Ya ha cubierto
de talleres unas treinta hectáreas de tierra. Aún sigue construyendo nuevos
talleres, al objeto de fabricar grandes granadas para los morteros de nueve
pulgadas. (…) Luego se empieza a tornear. Primero los torno bastos, luego los
más finos, luego los finísimos. Es una serie de operaciones delicadísimas,
porque la menor imperfección de la granada hace reventar los cañones. Lo
curioso es que en esta operación del torneo, las mujeres son tan buenas como
los hombres. Quizás dirá la historia de la guerra de Europa que en ella
aprendieron las mujeres a tornear el hierro, y así cambio la constitución de la
familia en Europa. Quién sabe, hasta después de un siglo, ¡lo que constituye el
suceso característico de un periodo histórico!
Hay mujeres
donde quiera. En los talleres de granadas, en los de carruajes blindados, en
los de hospitales automóviles, en los de aeroplano, que son inmensos. (…) Vamos
ahora a visitar una de las fábricas más antiguas de Birmingham, de la que son directores y grandes
accionistas los miembros de la familia Chamberlain. Esta fábrica era ya una de
las más importantes del país en tiempos de paz. Actualmente ha triplicado su
extensión. Se tarda quince minutos en cruzar a buen paso sin detenerse, y en
línea recta, de una parte a otra de la fábrica. El número de mujeres que ocupa
se ha sextuplicado desde que empezó la guerra.
Londres, 30
de agosto, 1916
FUENTE: Ramiro de Maeztu, "CRÓNICAS DE LA GRAN GUERRA" , MADRID 2014